Macri y Scioli se enfrentan en último debate — Elecciones Argentina

“Entendemos que para el Chaco, desde nuestra visión es sumamente importante la presidencia de Scioli, desde el punto de vista estratégico de cómo estamos parados nosotros y lo que puede significar un gobierno de la oposición de Mauricio Macri”, explicó. Insistió en que es “muy difícil para un peronista” votar por Cambiemos. Es como decirle idiota.

El diputado nacional Felipe Solá, ex candidato a gobernador por UNA, criticó la dinámica del debate, pero también remarcó que Scioli le pareció el candidato “más honesto”: “El debate es un match y como todo match importan más las piñas de cada uno que las propuestas para todos”. Es un insulto. No es lo mismo que decir estás faltando a la verdad. Es una cuestión de mala educación. “Además se quejó de que los bonaerenses usan hospitales y escuelas de la Ciudad cuando el PBI de la Ciudad es un 50 por ciento de los que entran a laburar todos los días desde Provincia”. “Hubo una floja preparación de los temas débiles de Macri: el avance de la droga en la Villa 1-11-14 y la Villa 31, los prostíbulos y talleres clandestinos con casos de trata ¿Nadie se preguntó por qué el ABL no es más alto en los departamentos vacíos en la Ciudad?”

Coincidiendo con la feroz ofensiva de Daniel Scioli y sus voceros, centrada en la hipótesis de una “megadevaluación” de llegar al poder, el candidato presidencial de Cambiemos tomó para sí las respuestas a los medios en ese y otros espinosos asuntos vinculados a la economía. Luego, recordó que el líder del PRO votó en contra de YPF y Aerolíneas. Uno que va hacia delante y otro que quiere volver a los años de endeudamiento, de gente en la calle, de índices preocupantes”, reseñó, al tiempo que consideró que “quedó clara la presencia de Scioli, que a partir del 10 de diciembre va a gobernar con autonomía y decisión propia, sin tener que consultar a nadie más allá del equipo de trabajo que lo acompañe para lograr las metas que él haya fijado.

Para el exgobernador bonaerense, Macri se mostró “agrandado y canchero”, aunque evaluó que Scioli “no pudo salir de la posición de retador”.